Parte posterior del cuello
Acostado boca arriba, coloca el rodillo de hule espuma debajo de un costado de tu cuello. Manteniendo la cabeza erguida, levanta las caderas del suelo lentamente hasta que todo el peso recaiga en los músculos del cuello. Puedes desear mirar ligeramente hacia la izquierda o hacia la derecha para que el rodillo dé masaje al tejido muscular, pero no al hueso. Muy poco debes mover el cuello, más bien es el rodillo que debes colocar debajo de algún punto sensible o anudado para que la presión recaiga en ese punto. Al permanecer sin movimiento en ese punto, el dolor o tensión debe empezar a ceder. Sin embargo, esta postura no la debes alargar más de un minuto. Para subir a otro punto, levanta el cuello para que puedas colocar el rodillo un poco más arriba del punto que acabas de distender.
Lado del cuello
Acostado de lado, coloca el rodillo debajo de tu cuello, y una vez más lentamente levanta tus caderas hasta que la mayor parte de tu peso caiga en tu cuello. Detente si en la zona empiezas a sentir un dolor intenso y baja tus caderas hasta que sientas que puedes soportar tu peso y en tu cuello te sientas cómodo. Deja que tu cuello se adapte a la curva del rodillo para que de manera gradual y con suavidad se vaya liberando la tensión. No ruedes, sólo coloca tu cabeza con suavidad en las zonas musculares que sientes anudadas y permanece quieto durante un minuto. Asegurate de hacer distender ambos lados del cuello para mantener el equilibrio.
Hombros y espalda superior
La tensión en los hombros y espalda superior puede irradiar hacia el cuello. Coloca el rodillo de espuma en el suelo y siéntate en uno de los extremos del mismo. Inclínate hacia atrás, de modo que el rodillo quede longitudinalmente debajo de tu columna vertebral, en dirección paralela. Rueda de lado a lado lentamente sobre el rodillo mientras mantienes sobre el estómago un vaso imaginario lleno de agua sin derramarlo. Poco a poco aumenta el rango de movimiento a medida que te sientas más cómodo y equilibrado. Concéntrate en los músculos de que se encuentran entre los omóplatos y en los que se encuentran en la base del cuello hasta que encuentres los nudos y luego distiéndelos. Voltear la cabeza en dirección opuesta a la del movimiento de la pelvis te permitirá un estiramiento adicional en los músculos del cuello.